Escritora
Todos tenemos nuestro País de Nunca Jamás.
Para unos tiene forma de isla, donde viven piratas, pieles rojas, sirenas y el niño llamado PeterPan. Para otros tiene forma de montaña habitada por gigantes de un solo ojo, que son los queguardan las palabras mágicas.
Cuando crecemos olvidamos ese país mágico.
Mi País de Nunca Jamás es mi infancia y los sueños que tenía entonces.
Uno de esos sueños era convertirme en escritora: escribir fantásticas historias que emocionaran y que hicieran recordar las cosas importantes, esas que sólo se ven con los ojos del corazón.
Trabajé muy duro y en muchos sitios hasta que conquisté mi sueño. Estudié Derecho, ejercí como periodista, gané la oposición de Gestor Administrativo, dirigí periódicos, programas en la radio y en la televisión, me dediqué a la publicidad y a la formación.
Pero al final mi sueño se cumplió y eso hizo que todo mi mundo se ensanchara de forma extraordinaria y que pudiera enriquecer otros aspectos de mi vida.
Hace mucho que mis padres lo presintieron una noche en la que ordenaban mi imaginación mientras dormía. Observaron que tenía en la cabeza un montón de historias extraordinarias y supieron antes que yo, que sería escritora.
Ahora vivo mi sueño y creo que escribo para que la muerte no tenga la última palabra y para poder aportar mi grano de arena para hacer de éste, un mundo mejor, más humano y comprensivo.
Como dijo Rumí, un poeta sufí que me gusta mucho: “No somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual, somos seres espirituales teniendo una experiencia humana”.
